Las cien mejores películas de la década 2000-2009. Puestos 20 a 11 lunes, 31 de diciembre de 2012

# 20 | Memento
de Christopher Nolan
con Guy Pearce, Carrie-Anne Moss y Joe Pantoliano
Estados Unidos, 2000, 113'
Posición anterior en el ranking: # 10

La mayor parte de los directores jamás arriesga en sus primeras películas: a menudo, las operas primas y segundas obras son historias simples, lineales (posiblemente, lo que les aprueban o dejan hacer, teniendo en cuenta que son debutantes). No es el caso. Para su segundo largometraje, Christopher Nolan tomó un guión escrito por su hermano Jonathan que es de todo menos simple y lineal, y lo transformó en una película que es de todo menos simple y lineal: la historia de un hombre que sufre una enfermedad que le impide recordar más allá de los últimos minutos, y que usa notas y tatuajes para buscar al hombre que mató a su esposa. La cinta comienza por el final y va hilando secuencias cronológicamente desordenadas. Teniendo en cuenta lo que fue el Nolan posterior (sobre todo en The Prestige y en Inception, es decir: cerebral y tramposo) podemos decir que esta es una de sus mejores películas.



# 19 | Entre Copas
Sideways
de Alexander Payne
con Paul Giamatti, Thomas Haden Church y Virginia Madsen
Estados Unidos, 2004, 126'
Posición anterior en el ranking: # 26

Dos viejos amigos se largan a hacer la ruta de los vinos de Napa Valley. Y si bien en una primera ojeada todo parece indicar que la travesía busca tapar algunas cuestiones sin resolver, éstas -paradójicamente- se irán destapando a medida que el viaje progrese. Paul Giamatti, nunca mejor, será nuestro antihéroe. Él, junto a los filosos diálogos y algunas escenas memorables, ayudan a componer la mejor película del director Alexander Payne, que se limitó a contar una historia ordinaria de manera extraordinaria. Por estos días es raro dar con una buena comedia, pero más difícil es encontrar una que combine risas con intimidad. En 2004 hubiese costado llamarla un clásico, pero ahora sabemos lo bien que envejeció.




# 18 | Oldboy
Oldeuboi
de Park Chan-wook
con Choi Min-sik, Yu Ji-tae y Kang Hye-jeong
Corea del Sur, 2003, 120'
Posición anterior en el ranking: # 21

Dae-su es un hombre común que un día, estando borracho, es secuestrado y mantenido en cautiverio en un pequeño cuarto. Con un televisor como único contacto con la vida exterior, pronto se entera que su esposa fue asesinada y que su hija fue enviada lejos, con otra familia. Así pasan quince años hasta que un buen día lo sueltan y Dae-su se encuentra con un mundo, en principio, bastante parecido al que dejó. Pero él ya lo mira con otros ojos: está lleno de furia. Y no tardará en desatar su venganza sobre cualquiera que se le cruce... La premisa es mucho mejor que el climax (o la resolución tomada en su conjunto), pero la película gana en originalidad e instensidad, con un impacto bien lejos de la tortura-con-moralina de la saga Saw. Park Chan-wook sacude el multiplex.




# 17 | Batman: El Caballero Oscuro
The Dark Knight
de Christopher Nolan
con Christian Bale, Heath Ledger y Aaron Eckhart
Estados Unidos / Reino Unido, 2008, 152'
Posición anterior en el ranking: # 15

Durante los últimos años, una de las tantas crisis de Hollywood volcó a los grandes estudios hacia la producción masiva de películas basadas en comics. ¿El motivo? Son populares, gancheras, y (al igual que las remakes) se basan en éxitos ya probados. Para los gordos detrás del escritorio, la ecuación es fácil: un par de millones de dólares para una estrella en ascenso, más decenas de millones en tiros y efectos especiales, y voilà: cientos de millones en recaudación. Esta nueva fábrica de chorizos ha producido trabajos de calidad muy dispar, y de ello pueden dar fe los espectadores de films intragables como Elektra, Daredevil o Constantine.
Pero entre tanta chatarra industrial siempre hay algún diamante, y no es de extrañar que detrás de ellos siempre aparezcan grandes directores. Y si hasta ahora el título de mejor película adaptada de un comic lo ostentaba la muy buena Spiderman 2 (dirigida por Sam Raimi, el salvaje creador de Evil Dead), las palmas ahora van hacia The Dark Knight, la película multimillonaria de acción más radical e increíble de los últimos años. Y el director es, claro, la cabeza detrás de Memento, Christopher Nolan.
Hace tres años, Nolan había hecho borrón y cuenta nueva con la franquicia destruida por Joel Schumacher (recordemos: Batman Eternamente y Batman & Robin) a través de la sólida Batman Inicia. Una cinta adulta, más seria, que con plantear algunos trazos del personaje y algún que otro conflicto ya le alcanzaba para ser muy buena. The Dark Knight arranca a partir de aquel escenario y desarrolla una montaña rusa de emoción, acción y suspenso tan bien dirigida que reivindica, por sí sola, la existencia del género. Pero hay más: a los motivos clásicos del campo -la elección entre el amor y el deber, la culpa, el trasfondo familiar como explicación de la psicología del personaje- se le suma un villano trágico y desquiciado tan genial que es imposible sobrevalorarlo. Heath Ledger compuso aquí un personaje cínico, complejo, lleno de humor negro, uno que sabe mirar al supuesto héroe a los ojos y decirle "soy tu creación: nos necesitamos mutuamente". Ni hace falta estirar tanto la cuerda para pensar en Bush o en Bin Laden. Sobre todo cuando el encargado de "combatir el terrorismo" acepta pinchar los teléfonos de todos los ciudadanos "por motivos de seguridad", o se va hasta Hong Kong para chuparse un sospechoso y traerlo a los Estados Unidos. ¿Hasta qué punto aquel encargado de combatir monstruos no se convierte un monstruo él mismo? ¿Acaso la "guerra contra el terror" no crea aún más terror? Mientras los tiros siguen sonando en surround, las preguntas retumban, silenciosas.


# 16 | Embriagado de Amor
Punch-Drunk Love
de Paul Thomas Anderson
con Adam Sandler, Emily Watson y Philip Seymour Hoffman
Estados Unidos, 2002, 95'
Posición anterior en el ranking: # 13

La traducción al español del título de esta película le hace mucha justicia a su clima general. "Una comedia romántica maníaco-depresiva", podríamos agregar. Barry (Adam Sandler) es un ejecutivo en una empresa que nadie sabe muy bien qué hace. Siente que todos se burlan de él -en especial sus hermanas-, y cuando se enoja rompe a golpes las paredes o se larga a llorar. Todo cambiará con la llegada de un pianito y de Lena (Emily Watson), que lo cautivará de inmediato. Paul Thomas Anderson le sacó el chip Happy Gilmore a Sandler para convertirle en un personaje extraño, querible. A pesar de su extrañeza, Punch-Drunk Love es dulce y, ocasionalmente, empalagadora.




# 15 | Memorias de un Asesino
Memories of Murder / Salinui chueok
de Bong Joon-ho
con Song Kang-ho, Kim Sang-kyung y Kim Roe-ha
Corea del Sur, 2003', 128'
Posición anterior en el ranking: # 32

Para los directores como Bong Joon-ho, los géneros son apenas un argumento de venta. En otras palabras: que una película termine encajando en un determinado horizonte de expectativas es apenas un mal necesario, una contingencia (o, en el mejor de los casos, un punto de partida). ¿Qué vendría a ser Memories of murder? ¿Un thriller, un policial? ¿Una cinta de humor negro? ¿Una película de acción? A las dudas se le suma una intención política, y es que (a diferencia de muchas de sus contrapartes norteamericanas) Bong Joon-ho no se propone rehabilitar la figura del detective sino más bien diseccionarla, cuestionarla: llevarla a sus callejones sin salida, sus escapes fáciles, su brutalidad y, en última instancia, su lugar excesivo, superfluo. La mejor película sobre asesinos seriales jamás hecha... junto a otra que veremos en la próxima entrega.



# 14 | Reyes y Reina
Rois et reine
de Arnaud Desplechin
con Emmanuelle Devos, Mathieu Amalric y Catherine Deneuve
Francia, 2004, 150'
Nueva en el ranking

"Existe una expresión anglosajona que los críticos norteamericanos no dejaban de repetirme cuando presenté la película en Cannes: dysfunctional family. Recuerdo que me chocó mucho porque, de hecho, no entiendo cómo una familia puede ser funcional. Uno de los inconvenientes de la familia es que no puede ser funcional, simplemente no fue inventada para ello... En mi elección de la familia hay un interés por su dimensión teatral, como en La regla del juego o algunas obras de Goldoni, por ejemplo. Y de ahí la visión de ésta como una especie de teatro en el que cada miembro tiene su papel, pues cada uno tiene el suyo, aunque ni ellos ni nosotros estemos de acuerdo con el reparto de roles". Esto dice el director Arnaud Desplechin sobre sus últimas películas. La que nos ocupa, Reyes y Reina, ofrece una variedad de registros y de tonos que, en manos de cualquier director, podría hacer naufragar el proyecto. Que el resultado, lejos de enquilombado, sea increíblemente satisfactorio habla a las claras del genio del director francés, que aquí compone una suerte de versión mejorada (y europea) de Los Excéntricos Tenenbaum. El enorme Mathieu Amalric es apenas la frutilla del postre.


# 13 | Buenas Noches y Buena Suerte
Good Night, and Good Luck
de George Clooney
con David Strathairn, George Clooney y Patricia Clarkson
Estados Unidos / Francia / Reino Unido / Japón, 2005, 93'
Posición anterior en el ranking: # 16

Como muchas grandes películas, Buenas noches y buena suerte narra un episodio pasado que sirve como guía de lectura del presente. A través de un blanco y negro elegante, entre jazz y cigarrillos, asistimos a la producción de un programa periodístico en plena Guerra Fría y, lo que es peor, en televisión. Cualquiera que haya trabajado algunos meses en una redacción, una radio o un canal reconocerá al instante el tono y las implicancias de las permanentes negociaciones del cronista/presentador Edward R. Murrow con las autoridades de la empresa, los pedidos de concesiones a políticos o anunciantes, y el terreno difícil para cada pequeño acto de valentía periodística. ¿Cuál es, hoy, el lugar del periodismo? ¿Informar divirtiendo, divertir informando, bajar la vara? ¿O enfrentar a los poderes establecidos en pos de unos valores que el comunicador asume como propios?


# 12 | Up the Yangtze
de Yung Chang
Canadá, 2007, 93'
Posición anterior en el ranking: # 39

La clave de este documental está en las dimensiones. El film se centra en el río Yangtze, el más largo de Asia, sobre el cual se está construyendo la represa hidroelectrica más grande del planeta. Cuando termine de hacerse, el nivel de agua subirá 175 metros. Por tal motivo, millones -millones- de personas están siendo reubicadas por el gobierno chino. Entre ellas la familia de Yu Shui, eje de la narración. Yu Shui es muy pobre: sus padres no pueden mandarla a la escuela secundaria, y con apenas dieciséis años se ve obligada a trabajar en uno de los cruceros de lujo que pasean por el Yangtze en una suerte de "viaje de despedida" (del rio, claro: del paisaje que está por extinguirse). Completando este panorama aparece Chen Bo Yu, un muchacho de clase media que, en busca de sus buenos dólares, también se suma a la tripulación del Victoria Queen. En esta suerte de parábola sobre la modernización capitalista, los distintos niveles quedan interrelacionados y expuestos: los pobres lavando los platos y los estudiantes mediopelo sirviendo la comida o cantando en el karaoke; ambos sirviéndole, en relaciones de semiesclavitud, a los occidentales con dinero. Pocas veces quedan tan bien expuestas en un documental las relaciones de clase en un país supuestamente "comunista" en plena etapa de "modernización", es decir, su conversión al capitalismo y su inserción subordinada en el mercado mundial. Su valor humano y sus bellísimas imágenes conjugan una honda tristeza poética.


# 11 | La Hora 25
25th Hour
de Spike Lee
con Edward Norton, Barry Pepper y Rosario Dawson
Estados Unidos, 2002, 135'
Posición anterior en el ranking: # 29

Si el registro que llevo en Internet Movie Database (IMDb) no me falla, llevo vistas más de mil películas producidas durante la década pasada. Y cada semana descubro nuevas. Sin embargo, ninguna me provoca lo mismo que logró La Hora 25 aquella vez que la vi en DVD, allá por 2003. El gran Spike Lee -que siempre le imprime a sus trabajos una mirada muy personal, arriesgada- vuelve a meterse en el mundo de las drogas; pero a diferencia de Clockers, donde su protagonista, héroe improbable, busca (y tal vez encuentra) una salida, el futuro de Monty (Edward Norton) parece sellado. Está a punto de ir a prisión durante siete años por narcotráfico. "Es un hombre muerto", comentan sus amigos de la infancia, con quien Monty se dispone a pasar su último día de libertad. Los episodios que se irán sucediendo en esas veinticuatro horas son tan tristes y melancólicos como las tomas del Ground Zero, a meses de los ataques del 11 de septiembre. Antes o después volverá a reinar el optimismo en la filmografía de Spike Lee. Pero en lo que esta película concierne, no hay redención que valga.













1 comentarios:

Sarolo dijo...

Muy bueno el blog!
Desde el galpon va a volver o esta bandonado?
Saludos!