Selección sábado, 3 de julio de 2010

Yo formo parte de una comunidad con la que interactúo, más o menos la conozco, y si le ganamos 1 a 0 a Portugal somos los campeones del mundo y si perdemos 2 a 1 el director técnico es un hijo de puta. ¿Ahora cambió el mundo argentino? Éste es nuestro mundo.

Tomás Abraham, entrevistado por Martín Caparrós en Qué País, 2002





















En uno de sus tantos libros sobre el tema fútbol, Pablo Alabarces contaba que conforme se acercaba la Copa del Mundo de 2002, mientras el país ardía, circulaba un imaginario social que sostenía que si fracasábamos en el mundial esto se pudría, y que si ganábamos la Copa se acaban los problemas. Ni una ni la otra, sostenía el sociólogo, ambas eran grandes fantasías ideológicas. El regreso en primera ronda de Corea-Japón demostró que el pais no iba a estar mejor ni peor por uno, dos o tres partidos de fútbol. Que los 23 tipos que llevaban la camiseta con los colores nacionales no "representaban" ni reemplazaban ninguna lucha interna o externa en ningún escenario. El buen equipo que José Pekerman armó en 2006 demostró que no existía un gen nacional exitista: las expectativas fueron distintas, el equipo gustó, a veces goleó, se fue en cuartos contra Alemania. Hubo aplausos, recepción en Ezeiza, y la opinión mayoritaria reclamó la permanencia de Pekerman al frente del equipo. No éramos más el mundo esencial, ahistórico, descrito por Abraham.

Ojalá este equipo argentino reciba la misma consideración.

Diego Maradona agarró un equipo que tambaleaba en las eliminatorias Sudamericanas, lo depuró, lo armó como para clasificar. Consiguió su primer objetivo. A partir de entonces, el equipo mejoró y los primeros partidos de la Copa del Mundo fueron grandes, enormes partidos. Uno podrá decir que enfrente no había enfrente rivales de jerarquía, pero tampoco lo tuvo Alemania en la primera ronda cuando perdió con Serbia, ni España cuando perdió con Suiza. Ellos dos siguen en la Copa; Argentina, no. Hace veinte años que la Selección está condenada a quedarse lejos de los cuatro mejores. Hace veinte años que falla en los partidos decisivos, que trastabilla frente a los grandes, que por algún motivo las cosas no le salen bien en esos noventa minutos donde se juega a todo o nada.

Luego del partido contra México, el domingo pasado, habíamos encendido algunas luces de alerta sobre la ausencia total de mediocampo. Para no sonar oportunistas, lo hicimos en las buenas, señalando que no hay manera de explicar cómo un partido que a los 55 minutos se gana 3-0 no parece liquidado si no es porque el equipo le entrega la pelota al rival, le cede el protagonismo, si la defensa no sale en bloque o si no se circula la pelota. Este planteo fallido volvió a pasarle factura hoy. Sólo que en lugar de Osorio estaba Schweinsteiger. Sólo que comenzó 0-1 desde el vestuario.

Ya vendrán las nimiedades, los pormenores: que Otamendi hizo dos faltas innecesarias que derivaron en los dos primeros goles; que Maradona hizo tarde los cambios; que por qué no puso a tal o cual desde el principio. A mí me interesa pensar más allá, aunque duela. Y es que esta derrota no da bronca; sólo entristece. Muchos la recibimos no con enojo, sino con una resignación casi que puede dar a pensar en planteos metafísicos sobre destinos y maldiciones.

Pobre del que piense eso.

Sucede que a pesar de los contratos obscenos, a pesar de las publicidades y las propagandas, a pesar de los esponsoreos, a pesar de las caras bonitas, a pesar de Cristiano Ronaldo y Clear Men, a pesar -en suma- de su furiosa conversión en mercancía, el fútbol sigue siendo el deporte más lindo del mundo.

La misma (ausencia de) lógica que permitió que Italia fuera eliminada del mundial con tres goles de Eslovaquia, pese a su explícito planteo defensivo; la misma que dio las condiciones que Brasil pierda en cuartos de final con un equipo claramente inferior, luego de estar ganando y pintar para goleada; la misma que nos dejó ver un partido tan increíble como el de Uruguay contra Ghana, con una mano de un delantero sobre la línea en el minuto 122 que Gyan erra, que luego llega a los penales, que luego Uruguay gana, con un penal final que Abreu pica sobre el arquero; esa misma explosión que habilita todas las combinaciones posibles, como una edición infinita de Elige tu propia aventura. Sólo que no hay nadie que "elige": son veintidós, el técnico, el preparador físico, el estado del campo, el corte de pelo de Honda, la Jabulani que no dobla, las nuevas Nike con tapones naranjas, la cámara en la cara de Heinze, el referi bombero, la tribuna que no alienta, las pastillas para el crecimiento de Messi. Es esa misma suma de contingencias la que permtió que Alemania le ganara por cuatro goles a Argentina, un partido que ni los alemanes soñaron y que si se vuelve a jugar veinte veces otorga veinte resultados distintos. Un gol en el minuto tres, la Argentina que en el segundo tiempo casi lo empata, las contras germanas que lo liquidaron. Hoy nos tocó perder -y ya habrá tiempo para llenar Estudio Futbol Pagani Recondo Niembro Enzo Diego Latorre Vignolo TyC 32 páginas del Olé me pido otro cortado y te sigo contando lo que pienso de Heinze- pero si me preguntan, y hoy quizás no porque estamos para pensar otra cosa, quizás evite decir -para regocijo de Tomás Abraham- que el técnico es un hijo de puta. Quizás diga, en cambio, que este es, sí, el deporte más lindo del mundo. Y si tienen algún problema, los espero en Segurola y La Habana. A ver si me duran treinta segundos.

9 comentarios:

Netomancia dijo...

Te aplaudo Fede, me encantó lo que escribiste. Fue un día muy triste, más que nada porque se terminó la ilusión. ¿Pero hacía cuanto tiempo que no me divertía viendo a un seleccionado mayor? Este equipo me hizo sentir bien, una pena lo del sábado. El fútbol todo lo cura, solo con más fútbol. Y si, que lindo es este deporte, más allá de todo.
Un abrazo!

Martín dijo...

tal cual... se terminó la ilusión...

aunq, te digo, yo juraba que este salíamos campeones...

te olvidaste de nombrar al pulpo :P

Anónimo dijo...

No concuerdo en nada. Nunca hubo equipo. Nunca hubo trabajo, solo individualidades. Como Palermo en el gol a pero bajo la lluvia para clasificar. Como Tevez en orsai o con el tiro al angulo (que sale bien una cada diez veces) frente a Mexico para llegar a cuartos...los 3 partidos del grupo fueron contra rivales inexistentes. Cualquier equipo serio (Mexico pudo haber sido) nos iba a eliminar...Mas laburo y menos Rosario y crucifijos

Kabronero dijo...

"...y los primeros partidos de la Copa del Mundo fueron grandes, enormes partidos"

What? Mi televisor funcionaba mal entonces.

Aclaro, yo me re ilusioné. Lo banco a Diego, pensé que este iba a ser "el mundial de Messi", etc, etc.

Pero no hubo ningún gran partido. El equipo jugó mal siempre, salvo contados minutos.

Basta sólo con ver los goles metidos. Todos de medio pelo para abajo, loco. No recuerdo ni uno que haya surgido de alguna buena jugada.

Igual soy un cero opinando de futbol. Pero bueno, es la linda impunidad del mundial que me permite hacerlo (!)



Saludos!

fedefer dijo...

Argentina dio un ejemplo lo que nunca fue en el cuarto gol a Corea del Sur. No volvió a hilvanar una jugada de esa índole en todo el mundial. Todo lo demás vino de arremetidas semi-frustradas de Messi o cosas caídas de un asteroide como el mazazo de Tévez contra México. En el fútbol nunca sabes qué va a pasar, por eso había expectativas, pero el equipo nunca dio una imagen de estar para algo groso. Por algo Maradona le rezaba a la cadenita esa. Y por algo no me sentí triste el sábado (¿o será que simplemente me importa un pepino?). Ahora más vale que los krautrockeros bajen a los de rojo porque no los va a aguantar nadie si ganan.

Cinzcéu dijo...

Kabronero: "Aclaro, yo me re ilusioné. Lo banco a Diego, pensé que este iba a ser 'el mundial de Messi', etc, etc. [...] Igual soy un cero opinando de futbol".
No sos un cero opinando de fútbol sino un uno o un dos creyendo: Maradona director técnico es una mera operación política (de la AFA y K) y Messi mejor jugador una floja operación de marketing (de la FIFA, la AFA... y K). Ese triste niño immaduro ha demostrado ser un triste niño inmaduro criado en una burbuja de fantasía y aspirante a mejor jugador del mundo... de Play Station.
Y, de paso, el otro pelotudo de Cristiano Ronaldo demostró ser un imbécil 100% inventado... y pintado.

Anónimo dijo...

Para Fedefer: Hola, soy Maite Alonso. De los de rojo. Soy humilde y tenemos que ser humildes, ganemos o no. La victoria es una suma de esfuerzos y sabemos que partimos de cero. Lógicamente, si ganamos estaremos contentos, muy contentos. Pero tranquilo: no se lo restregaremos a nadie. Justo lo contrario que haría vuestro penoso seleccionador. Os merecíais algo mejor.

fedefer dijo...

Maite, igual lo decía medio en chiste por toda la bulla que hacían Diario Marca y compañía durante el mundial. Ahora ganaron, y es lo que tenía que ocurrir visto lo visto; no me quejo. Fiesta. A Maradona se lo juzga demasiado todo el tiempo. Tiene sus defectos y virtudes a flor de piel; pedirle perfección es futil. Felicitaciones y saludos che.

Cinzeu: Messi vive en una burbuja pero jugó más o menos bien; no podemos esperar que se ponga un equipo que no funciona al hombro y gane el mundial solo. El que sí demostró ser una mentira es Ronaldo.

Cinzcéu dijo...

Fedefer: "Messi vive en una burbuja pero jugó más o menos bien". Es cierto: el mejor jugador del mundo (???) jugó más o menos. "No podemos esperar que se ponga un equipo que no funciona al hombro y gane el mundial solo". Coincido a full pero es lo contrario que repitió el falso DT (y el coro) durante casi dos años. Messi iba a explotar y explotó nomás cuál leve pompa de jabón. Saludos.